INTRODUCCION
La tarea educativa y la
compleja maquinaria de instrucción que de ella se deriva, no tienen valor en sí misma
sino en función de su interacción con los estudiantes y su formación. El mundo actual demanda mayor eficiencia y capacidad de adaptación,
y para esto se requiere de una mejor comprensión del papel del estudiante
como individuo y de su responsabilidad en el aprendizaje. La motivación del aprendizaje, permite afirmar que
el alumno aprende cuando lo desea y siente necesidad de hacerlo. Los motivos
pueden ser innatos, que están presentes en el momento del nacimiento o aprendidos en el curso del desarrollo deuna cultura determinada, se
forman con respecto a relaciones interpersonales, valores sociales y a las
normas. Para conseguir que los alumnos
aprendan, no basta explicar bien la materia y exigirles que aprendan. Es
necesario de para conseguir que los alumnos
aprendan, no basta explicar bien la materia y exigirles que aprendan. Es
necesario despertar su atención.
MARCO
TEORICO
Es
un hecho que la motivación influye en el aprendizaje, hasta el punto de llegar
a ser uno de los principales objetivos de los profesores: motivar a sus estudiantes.
Sin embargo, la falta de motivación es una de las causas importantes que se debe
valorar en el fracaso de los estudiantes, especialmente cuando se fundamenta en
la distancia establecida entre los actuantes del proceso. Así, se puede
observar que la relación profesor estudiante, en el contexto universitario, se
presenta, generalmente, en forma lejana, y la impersonalidad que se concibe no
permite centralizar la atención en el sujeto que aprende, sino más bien la formación
universitaria tiende a identificar el punto fundamental del aprendizaje en el sistema,
entre el profesor y el contenido. Este modelo se introduce en una sociedad,
cuya finalidad inmersa en un proceso globalizante, se ubica frente a intereses
de carácter cuantitativo y sistemas técnicos de manejo de información, lo que
desdeña el sistema de transmisión de conocimientos de forma humanizante, ya que
deja de lado al sujeto que aprende.
Santos
(1990), define la motivación como "el grado en que los alumnos se
esfuerzan para conseguir metas académicas que perciben como útiles significativas".
Desde el punto de vista del docente, significa "motivar al estudiante a
hacer algo, por medio de la promoción y sensibilización" (Campanario,
2002) “Motivar supone predisponer al estudiante a participar activamente en los
trabajos en el aula. El propósito de la motivación consiste en despertar el interés
y dirigir los esfuerzos para alcanzar metas definidas”.
Desde
una perspectiva histórica, Abarca (1995) se refiere a la motivación como un
fenómeno integrado por varios componentes, los cuales aparecen y desaparecen de
acuerdo con las circunstancias determinadas por los fenómenos sociales,
culturales y económicos y, por ende, debe tener un tratamiento particular para
cada uno de los sujetos.
Definitivamente,
la interacción de factores hace que la motivación en contextos académicos resulte
una tarea sumamente compleja, ya que cada uno de estos factores cumple una función
específica. Según Alonso Tapia, (1991) las metas que persiguen los alumnos pueden
clasificarse, con base en varias categorías que no son completamente
excluyentes:
a. Metas
relacionadas con la tarea: la motivación por alcanzar una meta hace que el individuo
sea más persistente, aprenda más eficazmente y tienda a llegar a conclusiones antes
que otros estudiantes El logro de esta meta se da cuando el estudiante logra tomar
conciencia de que la tarea ha sido superada y que ha logrado un mejoramiento en
una de las áreas que le interesa. Así Ausubel (1981, p. 430) plantea con
respecto a esta tarea, que el motivo por adquirir un conocimiento en
particular, es intrínseco a la tarea, consiste sencillamente en la necesidad de
saber y por lo tanto el lograr obtener este conocimiento, afirma completamente
la tarea, ya que es capaz de satisfacer el motivo subyacente. De esta manera,
al ubicarse en un contexto universitario, la posibilidad de aplicar
conocimientos, desarrollar habilidades y elaborar nuevos esquemas de
conocimiento, puede provocar un incremento en el nivel de motivación.
b. Metas
relacionadas con el "ego": Al relacionarse el estudiante con otros,
se tiene percepciones del mundo que se forman, desde la historia personal de
cada uno de los individuos, el sentirse superior al otro o, bien, demostrarles
a los demás, sus capacidades y destrezas propias, permite lograr una
reconciliación con el "ego" y la satisfacción personal de éxito.
Ausubel (1981) le llama a esta meta "mejoramiento del yo" porque se
refiere al aprovechamiento, como fuente de estatus ganado, a saber, el lugar
que gana en proporción con su nivel de aprovechamiento o de competencia. Esta meta
es la que se presenta, con más fuerza, en la mayoría de las culturas,
especialmente, en la occidental. Esta motivación produce mayor persistencia,
más éxito en la solución de problemas y mayor aprovechamiento académico a corto
y largo plazo.
c. Metas
relacionadas con la valoración social: cuando el individuo se enfrenta a una sociedad,
se desarrolla la necesidad de aceptación y reconocimiento de las virtudes y aprobación,
tanto de padres como maestros y compañeros. La experiencia de evitar el rechazo
es un elemento de motivación en el nivel de grupo. Ausubel (1981) propone con respecto
a esta meta, que ésta no se refiere al aprovechamiento académico, como fuente
de estatus primario, si no que se orienta hacia el aprovechamiento que le
asegure la aprobación de una persona o grupo. Efectivamente, en la sociedad
estudiantil, se destacan características particulares que el estudiante se
esfuerza por ofrecer ante los demás y, de esta manera, obtener una recompensa.
d. Metas
relacionadas con la consecución de recompensas externas: este factor está vinculado
con el acceso a una posición social, un estatus económico, u otras posibilidades
de recompensas externas, como becas, premios, certificados, entre otros.
Otro
aspecto importante que se relaciona con la motivación es el concepto de
"necesidad" Abarca (1995) vinculado con el aprendizaje, al considerar
que la necesidad del individuo es un factor primordial para propiciar la
motivación, cada quien desde su percepción histórica se refiere a una
motivación particular que nace de la necesidad individual, vista como fuerza pujante
desde su propio punto de vista.
La
motivación puede surgir por medio de dos procesos: intrínseco y extrínseco.
Cuando un estudiante tiene una motivación intrínseca, está motivado por la
vivencia del proceso, más que por los logros o resultados del mismo, lo que
provoca que estudie por el interés que le genera la materia. En este caso, la
autorregulación cognitiva, la independencia y autodeterminación son cualidades
evidentes del sujeto. Así según Raffini (1998, p. 13), la motivación intrínsica
es elegir realizar un trabajo por la simple satisfacción de hacerlo, sin nada
que nos obligue o apremie, Esto es lo que nos motiva a hacer algo, cuando nada exterior
nos empuja a hacerlo.
Lo
opuesto busca obtener una recompensa, lo que permite visualizar el logro como
una experiencia que podría acarrear frustración y desencanto hacia una tarea,
materia, persona o área específica del conocimiento que no le genera premios.
Por
el contrario Campanario (2002) comenta que la motivación extrínseca se produce,
cuando el estímulo no guarda relación directa con la materia desarrollada, o
cuando el motivo para estudiar, es solamente la necesidad de aprobar el curso.
Así
se pueden comentar los componentes del proceso motivacional y sus
características, según Abarca (1995), a saber las necesidades, los intereses y
los motivos. Con respecto a las necesidades, estas se definen como (Abarca
1995:8) "la fuerza que impulsa a los jovene
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